Seguimos hablando de la planificación: Uno de los objetivos para la preparación de carreras de media y larga distancia es poder asimilar un volumen de entrenamiento óptimo. Es clave poder acumular horas, kilometraje y desnivel sin riesgo a lesiones.
¿Cómo podemos hacerlo?
Una alternativa a la tirada larga es realizar dos sesiones en dos días consecutivos. Lo importante es configurar unas cargas apropiadas.
Después de una tirada de 30km y 1000+ es muy probable que necesitemos un día de recuperación para volver a hacer un entreno de intensidad.
Realizar este tipo de entrenamientos enfocados a una maratón de montaña es muy habitual y también necesario. Pero también tenemos otras opciones.
Propuesta:
Podemos sustituir la tirada larga habitual del fin de semana de 3h por dos sesiones consecutivas:
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Sábado mañana: 16km y 600+.
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Domingo mañana: 20km y 800+
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Total: 36km, 1400+ y 4h15’ (aprox) de entrenamiento.
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¿Qué nos aporta este sistema?
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Que el cuerpo tenga capacidad de respuesta en un estado de fatiga ‘controlable’.
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Potenciar una mejor recuperación tras los entrenamientos.
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Mayor capacidad de eliminar la fatiga.
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Posibilidad de entrenar a mayor intensidad en cada sesión.
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Asimilar mayor volumen de cargas (tiempo-distancia-desnivel).
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