Una de las grandes preguntas que nos hacemos todos los corredores populares: ¿Tengo que hacerme una prueba de esfuerzo?
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▶ Sin lugar a dudas, sí. Una prueba de esfuerzo básica es indispensable.
▶ No debemos tener la sensación que las pruebas de esfuerzo son para los deportistas de élite.
▶ El objetivo principal de una prueba de esfuerzo es asegurarnos que nuestro organismo está preparado para la práctica deportiva. Sea al nivel que sea.
▶ Como corredores aficionados, estamos obligados a conocer cuál es el límite de exigencia al que podemos poner nuestro cuerpo. Solo a partir de ahí podremos aumentar el nivel de nuestros entrenamientos sin poner en riesgo nuestra salud.
▶ A medida que mejoramos nuestro rendimiento y nuestro estado de forma aumenta, somos capaces de realizar entrenamientos más exigentes.
▶ Esto nos permitirá planificar entrenamientos con algunas variables que nos aporta una prueba de esfuerzo:
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🔸Pulsaciones máximas en esfuerzo.
🔸VO2Max.
🔸Umbral aeróbico.
🔸Umbral anaeróbico.
▶ Ajustar la intensidad de los entrenamientos con estos valores nos ayudará a mejorar el rendimiento. Podremos definir objetivos muy concretos en cada sesión al mismo tiempo que podemos controlar el progreso. Además, nos ayudará a conocer en todo momento el límite al que nos debemos exponer para no correr riesgos.
▶ Los corredores más avanzados pueden optar por pruebas de esfuerzo más completas donde se incluye el estudio de lactacto o directamente una prueba de esfuerzo con gases. En este tipo de pruebas la información es mucho más completa y nos permitirá definir una programación de entrenamientos muy personalizada.